Ermelinda Carrera: una santa para todas las mujeres necesitadas de Perú

La religiosa siempre se preocupó por el bienestar de todas las que se encontraban en situación vulnerable, sin importar la edad.

En un país como el Perú, en el que los derechos de la mujer siguen siendo vulnerados, a través de su historia han habido algunas de ellas que han hecho más que muchas otras con tal de luchar por un trato justo para todas las demás.

Una de esas almas caritativas que pasó por este mundo para dejar su huella indeleble en la historia de este país fue Ermelinda Carrera, quien desde pequeña mostró esa ganas de ayudar al prójimo, especialmente si se trataba de una mujer que necesitaba su ayuda. Esta es su historia, que merece ser conocida a poco de celebrarse el Día Internacional de la Mujer.

Nacida en Lima un 22 de julio de 1861, Ermelinda Carrera del Valle fue hija de Santiago Carrera Palacios y María del Valle Sáenz de Tejada.

Desde muy pequeña destacó en su colegio de los Sagrados Corazones de Belén, siendo reconocida por sus maestras como una alumna excepcional.
Una vez culminados sus estudios escolares, sintió esa vocación religiosa e ingresó al Monasterio de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor de Angers. Esta congregación religiosa era conocida por tener un internado de niñas de cuatro hasta los 14 años y una casa de salvación para jovencitas y mujeres que llevaban una vida licenciosa y buscaban volver a la senda del bien.

Ermelinda estuvo aquí solo unos meses pues una inoportuna úlcera le pareacipon en el tobillo y tuvo que abandonar el oficio religioso por recomendación médica. Alguna vez intentó retomar, pero como si el destino le señalara que su futuro era otro, la úlcera le volvió a aparecer, por lo que tuvo que abandonar el monasterio de manera definitiva.

Pero eso no mermó sus ganas de querer servir a cuanta mujer en situación de necesidad hallaba por la calle. De hecho, a más de una recogió para atenderla en su propia casa.

Para noviembre de 1891, se vale de un tío que era presidente de la Corte Suprema de Lima para que interceda ante el entonces presidente de Perú, el Coronel Remigio Morales Berrnúdez y el ministro de justicia Epifanio Serpa, para que se cree la Penitenciaría y Cárcel Departamental de Mujeres de Lima. Esto significaría la separación de los reos varones, ya que todos están juntos en la cárcel de Guadalupe.

Luego de unos trámites, su primer sueño se vio realizado el siete de marzo de 1892. Además, en reconocimiento a su gestión Ermelinda Carrera fue nombrada como su primera directora.

Luego de unos trámites, su primer sueño se vio realizado el siete de marzo de 1892. Además, en reconocimiento a su gestión Ermelinda Carrera fue nombrada como su primera directora.
Antes que eso pase, el 26 de enero de ese mismo año, el Arzobispo de Lima, Monseñor Manuel Antonio y Bandini dio el visto bueno para la fundación de la Congregación “Hermanas de la Caridad Franciscana”. Entonces Ermelinda no lo pensó dos veces y tomó los hábitos junto a sor Francisca, sor Clara, sor Magdalena y sor Jesús.

Bajo la dirección espiritual del franciscano Bernardino González, Sor Ermelinda, ya oficialmente, también se dedicó a la formación de nuevas mujeres religiosas.

El local donde fue instalada la nueva prisión para mujeres fue en el local del antiguo colegio Santo Tomás y fue cedido por el gobierno. Luego de tener varios usos, en ese terreno se encuentra actualmente la Gran Unidad Escolar Mercedes Cabello.

Durante su labor como directora del penal, dividió a las internas en tres grupos: penitenciadas, rematadas y procesadas, todas con reglamento interno y manejo independiente de cada grupo.

La prisión de Santo Tomás estuvo en el mismo lugar hasta 1940, cuando tuvo que ser trasladada a un local en el distrito de Magdalena, luego del violento terremoto que sacudió al país ese año.

Recién en 1952 se construyó la cárcel de mujeres ubicada en Chorrillos, llamada Centro de Reeducación y Taller para Mujeres Adultas. Todas las reclusas fueron llevadas a este lugar y la dirección fue confiada a la misma congregación hasta 1970 cuando tuvieron que devolver la administración al Estado. A pesar de las protestas de las internas.