MUNDO
Profesora de Finlandia que vivió en Perú reflexiona sobre la enseñanza de ambos países: ¿qué tan lejos estamos?
Maria Ruuskanen ofrece una interesante perspectiva del momento que vive la educación actualmente, y la necesidad de aplicar políticas públicas que logren un desarrollo.
Conversamos con la educadora para intentar establecer un paralelo entre ambas realidades y ver en qué camino estamos. Maria será parte del Congreso Internacional de Educadores UPC que se lleva a cabo entre el 14 y 16 de marzo.
¿Cómo dirías que se encuentra la educación a nivel global?
Se está notando definitivamente esa brecha que empeoró durante la pandemia, especialmente en los países en vías de desarrollo, donde tal vez no se pudo hacer ese salto a la enseñanza a distancia con medios digitales, de la misma manera que se pudo lograr en países donde ya se habían tomado esos pasos con antelación. Hace un par de días, vuestro portal publicó una noticia bastante preocupante sobre la desigualdad en el Perú, ubicándolo el cuarto país más desigual del mundo. Esto yo creo que tiene mucho que ver también con el tema de la pandemia como varias brechas se fueron, digamos, profundizando, empeorando durante esa época.
La desigualdad en el rubro educativo ya existía desde antes. No se ha podido llegar a las zonas más alejadas, donde no hay acceso a internet o a dispositivos y donde falta una pedagogía digital también adecuada al uso de estas herramientas. Y eso es sumamente preocupante, tanto a nivel de Perú regional como globalmente.
Es sumamente complicado evaluar políticas públicas a corto plazo. Yo creo que cualquier evaluación, especialmente en el sector educativo, debe ser a mediano y largo plazo. Por eso, lo más importante en países donde hay en este momento altos niveles de conflicto social, como el Perú y varios otros países latinoamericanos, es tratar de llegar al consenso político en el ámbito educativo.
Se debe establecer qué es lo que se quiere lograr, cuál es el objetivo de la educación. En Finlandia se tiene muy claro, el objetivo es formar buenas personas y buenos ciudadanos. Eso está en el centro de todo proyecto educativo en Finlandia, en todos los niveles.
Cuando ya existe esa visión compartida, luego hay que construir ese consenso político y eso tiene que abordar todos los partidos políticos, todas las instituciones y realmente ir remando hacia ese norte juntos.
En Finlandia, a partir de los años setenta se llegó a este tipo de consenso, que iba más allá de los programas y de los partidos políticos. Todos se pusieron de acuerdo para desarrollar un plan de 20 años que iba a incluir varias reformas, una de ellas en cuanto a la formación inicial de los docentes. Se decidió entre todos que los docentes iban a recibir la mejor formación en la universidad, un grado de maestría, iban a hacer una tesis, un proyecto de investigación. Iban a salir con ese perfil de investigador, de aprendiz a lo largo de la vida e iban a poder realmente cumplir con esta tarea tan importante que es formar los futuros ciudadanos.
Entonces, este tipo de compromisos a nivel nacional, bastante trascendentales, se requieren en este momento. La visión compartida y compromisos a largo plazo, por ejemplo, con referencia a los docentes.
Se habla mucho sobre la educación en Finlandia, pero ¿cómo es desde dentro?
Por supuesto que también hay desafíos, no es ningún cuento de hadas. O sea, ha habido un éxito que se ha podido identificar a partir del 2002 con la primera prueba PISA. De repente fue visible este increíble éxito que se estaba teniendo. PISA mide la diferencia que hay entre todos los colegios dentro de un mismo territorio. O sea, mide si hay igualdad, si hay una calidad sostenida en todo un territorio. Y en Finlandia existe eso y por eso el ranking ha sido muy bueno. No significa que en Finlandia exista el mejor colegio del mundo. Un colegio en particular, en cualquier parte del mundo, podría tener mucho mejores resultados que un colegio finlandés. Pero en Finlandia lo especial es que todos los colegios, en cualquier parte del país, obtienen buenos resultados, y hay una calidad educativa descentralizada a lo largo de todo el país.
Y eso, realmente la única forma de lograr eso es con la formación inicial docente. Que existan realmente facultades de educación que se dediquen a la formación inicial y que estén descentralizados en todo el país, que no estén únicamente en la capital. Por otro lado, cuando es contratado o contratada, se le muestra mucha confianza, se respeta ese perfil de profesional.
Ahora, si a eso le agregas una infraestructura adecuada, y todos los servicios necesarios para que los niños se sientan bien, para que los estudiantes y docentes estén cómodos.